El conflicto comienza en la década
de 1970 tras la expansión brasileña hacia regiones lejanas y deshabitadas. Se traspasa
la línea fronteriza paraguaya en el este por ausencia del estado del Paraguay y
por el intensivo dictatorial brasileño. Hoy
en día gran parte del territorio (unas 470.000 hectáreas) están en manos de prósperos
hacendados de origen brasileño,
conocidos como “brasiguayos”. Ya se encuentran en 12 de los 17 departamentos
del país.
Tras el término de la Guerra de
la Triple Alianza (Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay, siendo este último
derrotado) se distribuyeron las tierras paraguayas entre campesinos, militares
y extranjeros la cual de manera desigual se centralizo el poder territorial en los latifundistas extranjeros
brasileños, por efecto también de la corrupción del estado (dictadura de
Stroessner 1954 – 1989) y del IBR
(Instituto de Bienestar Rural). Donde el 1,55% de la población se apropio del
81% de las tierras mientras que el 40,1% se quedo con solo el 1% de las
tierras.
Surgen varios movimientos
sociales campesinos en conjunto con políticos a su favor que intentan frenar
esta expansión invasiva de extranjeros inversionistas en su territorio. Existen
cerca de 30 movimientos campesinos, sin centralización ni ideología política,
de ámbitos nacional, distrital y departamental.
Para los campesinos paraguayos,
se trata de un proceso económico que “expulsa” los pequeños productores del
campo, acaba con la agricultura de subsistencia, contamina personas, destruye
el medio ambiente y ocasiona el éxodo rural. Pero no solo la invasión extrajera
ocupa la tierra también instala su modelo de producción, su idioma, cultura,
autoridad, etc. Se cierran escuelas, se abandonan ranchos, las comunidades se
convierten en pueblos fantasmas tras su expulsión.
Asociado al conflicto por la
tierra, aparece toda una disputa jurídica sobre los títulos de las propiedades.
La compra de tierras en Paraguay es un proceso muy complicado y cuestionable.
Las tierras generalmente tienen varios documentos, fruto de la corrupción
política producida en el período dictatorial.
Surgen problemas medio
ambientales, como la contaminación de ríos y tierras. Uno de los principales
conflictos es la intoxicación de familias campesinas, habiendo incluso muertes
por el uso de agro tóxicos (como el herbicida glifosato) para la producción de
soja transgénica la cual es una de las
plantaciones más expansivas en cuanto a ocupación de terrenos, que a devastado
grandes extensiones naturales de país.
Existe una disputa directa con
los latifundios “brasiguayos”, en el cual los campesinos queman las
plantaciones de soja, paran maquinarias de los hacendados. También se generan
discursos, manifestaciones en contra de los expacionistas. Se consta de una
violenta represión policial paraguaya contra los campesinos también se acusa de
que los latifundistas contratan matones para exterminación de paraguayos
conflictivos.
Tras el conflicto se promulgo el
proyecto de Ley de Seguridad Nacional en la franja de frontera del Paraguay
(1989), que define una franja de 50 Km de frontera a partir del límite
internacional como área exclusiva para los paraguayos pero fue rechazado. En
2002, nuevamente este proyecto entra en discusión, incluso siendo aprobado en
la Cámara de los diputados y rechazado por los senadores, actualmente el
gobierno de Franco prometió entrega de tierras a los campesinos para eso pidió
ofertas de compra de terrenos en posesión de extranjeros pero el plazo ya se
cumplió y nadie ofreció nada.
El conflicto continua. Paraguayos
acusan a “brasiguayos” de expansionistas invasivos que degradan y ocupan sus
tierras, mientras que los latifundistas tratan a los campesinos paraguayos de
haraganes ignorantes xenofóbicos ya que ellos sostienen la economía del país al
impulsarla al mercado internacional gracias a la expansión de la agronomía,
principalmente la soja transgénica.
BRASIGUAYOS CAMPESINOS PARAGUAYOS
Cultura agrícola capitalista Cultura agrícola origen indígena
Progresistas Nacionalistas
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